La primera llamada fue entre la localidad pacense y la finca propiedad de Sánchez de Arjona
En 1876 el escocés Graham Bell patentó el invento del teléfono y ya en 1877 se realiza en territorio español, pero la primera llamada telefónica tuvo lugar en La Habana (Cuba). A partir de ahí comenzó un torbellino de pruebas e intentos en Barcelona y Madrid, pero es en Fregenal de la Sierra, al sur de Badajoz, en 1880, donde un ilustrado extremeño, llamado D. Rodrigo Sánchez de Arjona, instala la primera línea telefónica permanente de unos 8 km de longitud, entre Fregenal y una finca de su propiedad. La línea estaba formada con postes de pino e hilo de hierro de 4 mm. Los teléfonos fueron del modelo Gower-Bell. La instalación funcionó perfectamente y meses después, en 1881, el Sr. Sánchez Arjona pudo hablar nítidamente desde Fregenal con Cádiz, apoyándose en la línea de telégrafo.
Muy cerca de la Sierra de Huelva estuvo el inicio de la telefonía en España, sin embargo no fue hasta 1891 cuando se realizó la primera instalación en Huelva, 11 años después de Fregenal, y consistió en instalar una línea entre la barra del puerto de Huelva, la comandancia de marina y el ayuntamiento. Fueron aumentando las instalaciones entre las actividades portuarias y mineras y en 1901 se instaló la primera central en Huelva, con capacidad para 30 abonados y que fue atendida por tres señoritas. En esta época las comunicaciones aún eran solo urbanas, hasta que en 1911 se concede la construcción de una línea para unir Huelva con Sevilla, comenzando así las comunicaciones interurbanas. En 1931 se instala en Huelva la primera central automática del sistema Rotary 7D, en Sevilla ya existían dos centrales automáticas.
1924, fundación de Telefónica
Desde el comienzo de la telefonía fueron surgiendo compañías, patronatos, asociaciones y demás, públicas o privadas, que fueron absorbidas por la Compañía Telefónica Nacional de España, fundada en 1924. A partir de aquí se produce una expansión en el uso del teléfono en España parejo a una modernización de sus instalaciones, como la instalación de cables subterráneos, equipación de centrales automáticas Rotary o primeras transmisiones por radio.
En las zonas rurales, como las sierras de Huelva y Badajoz, a primeros del siglo XX comenzaron a instalarse las primeras centrales manuales, para el servicio urbano primero, y posteriormente servicio interurbano. En 1973 se instala en Aracena la primera central automática, del sistema PC32 de barras cruzadas, dando servicio local y de tránsito entre las demás centrales automáticas de los pueblos del sector. A partir de 1990 la sustitución de estas centrales PC32 por centrales digitales, enlazándolas entre sí a través de fibra óptica en lugar de cables eléctricos, consiguiendo la sierra un sistema telefónico con las técnicas más avanzadas del momento. En esta década de los 90 se producen varios factores como la desinversión estatal en telefónica y su privatización total, la aparición de la competencia, los servicios de telefonía móvil y multimedia, etc., que hacen que Telefónica tenga que adaptarse a estas condiciones de mercado. Con la universalización de la telefonía móvil, la cabinas telefónicas urbanas caen en desuso casi total y sin ninguna rentabilidad, por lo que este servicio, que apareció por primera vez en España en el año 1928 con la instalación en Madrid del primer teléfono público, vemos que va desapareciendo de nuestras ciudades.
Texto e imágenes:
Manuel González El Melli, ex empleado de Telefónica
gomarac@hotmail.com
Los orígenes de la telefonía en España están unidos a Badajoz
Cuando en Europa se efectuaba las primeras demostraciones del aparato inventado por Bell, en la lejana isla de Cuba se instala una línea, en la ciudad de La Habana, a través de la que se establecía, un miércoles 31 de octubre de 1877, la primera comunicación telefónica española documentada.
En los meses posteriores, esta vez en la península ibérica, se sucedieron los ensayos. Pero la Historia de la telefonía en España empieza realmente cuando un ilustrado extremeño, Rodrígo Sánchez Arjona y Sánchez Arjona, después de llevar el telégrafo a su tierra natal, instala, en el verano de 1880 la primera línea telefónica permanente urbano-rural en Fregenal de la Sierra, provincia de Badajoz. Sin solución de continuidad, presenta el primer proyecto español de red interurbana para enlazar los pueblos de la comarca, al tiempo que plantea otro de red urbana y, más adelante, establece enlaces con varias ciudades andaluzas, cuya repercusión trasciende las fronteras del país.
En la presente ponencia los autores describen los pormenores de una apasionante investigación sobre las telecomunicaciones en Extremadura, que dista mucho de haber concluido y que, de momento, se extiende, como podrá comprobar el lector, a otras experiencias similares en la también extremeña ciudad de Plasencia, provincia de Cáceres, efectuadas diez años después de los acontecimientos de Fregenal de la Sierra.
Una debatida invención
El también denominado telégrafo parlante (o teléfono) se dice que tuvo otra fecha de invención, entre 1664 y 1685, por Robert Ilooke, quien había realizado experimentaciones acústicas, más próximas, eso sí, al llamando ‘teléfono de los enamorados’. La acuñación del nombre es atribuida por unos al alemán G. Iluth, que allá por 1796 ensayaba la retransmision acústica a distancia mediante una suerte de bocinas, y por otros a su compatriota Philipp Heis, que bastantes años más tarde, en 1860, intentaba retransmitir sonidos con la ayuda de un manupulador y un receptor electromagnéticos. Heis se basaba en el inesperado fenómeno advenido en 1837 por dos físicos norteamericanos, Joseph Henry y Charles Grafton, quienes observaron cómo una varilla metálica sometida a imantaciones y desimantaciones sucesivas podría producir sonidos. Fenómeno que tampoco había pasado desapercibido por el telegrafista francés Charles Bourseul, cuyas hipótesis eran recogidas por Illustration el 26 de agosto de 1854, pero que no pasarían de un planteamiento teórico.
Extracto de: Las primeras comunicaciones telefónicas en Extremadura, de Gilles Multigner y Rafael Romero.