La línea que separa España y Portugal imprime carácter. Las actividades
humanas que se desarrollan en esta frontera tienen peculiaridades
que no se dan en otros territorios. La Raya, como la conocemos, ha
generado comercio, casamientos, encuentros y formas diversas de
creatividad.
La prueba la tenemos en Vitor Vaz, artista singular que no ceja en divulgar
su polifacética obra. Nacido en Angola, ahora reside en Vila Verde
de Ficalho, la primera localidad que nos encontramos cuando pasamos
por carretera desde Rosal de la Frontera al país fraterno. Entre estos
dos polos hermanos, Vitor Manuel de Matos Vaz construye un lugar de
ensueño, repleto de esculturas y rincones dalinianos.
El autor asombra allí donde quiera que va. Todo el que conoce su trabajo
acaba rendido al ingenio y el estajanovismo del que es capaz. Su incansable tarea le ha llevado a ser muy prolífico, y a la vez variado, autor.
Sus obras desprenden exuberancia. El metal, fundamentalmente, cobra
vida en sus manos ya que es capaz de doblegar el recio material para convertirlo en arte. Sus objetos decorativos rompen la atadura de la estacionalidad y de las modas, para convertirse en elementos encajables en cada casa, en cada estilo. Crea objetos útiles y también
decorativos en diversos materiales, como hierro, vidrio, madera, cemento,
resinas o cristal.
Lo más asombroso es que su capacidad es totalmente autodidacta. Después de muchos trabajos y exilios, de abandonar sus estudios y reciclarse mil veces, entendió que su vocación desde niño le llamaba, desde que fue a trabajar a la tienda de hierros y aluminios de su padre.
Ha desarrollado trabajos como soldador, cerrajero metálico, creador e instalador de puertas y ventanas de aluminio, dibujante industrial, tallador de madera y cristal, pintor con pistola de aire y mil cosas más. Su imaginación y su habilidad han hecho el resto.
Algunas de sus piezas formar parte del más completo ajuar doméstico
que soñara albergar cualquier mansión modernista. Ha parido cientos
de obras únicas, todas únicas, entre las que se encuentran camas, armas,
mesas, carrozas, biombos, roperos, carros, sillones, lámparas y candiles,
figuras antropomorfas…
El artista portugués ejemplifica la creatividad y las sinergias de La Raya. A veces da aliento a agresivos monstruos que combina con formas vegetales o rocambolescas, aderezadas de arabescos para conformar conjuntos propios de las ilustraciones que Gustav Doré crease para El Quijote cervantino. Se trata, en fin, de formas que escapan a los sueños, a las quimeras y a la imaginación de cualquiera.
Uno de los campos donde se encuentra más cómodo es cuando esculpe vehículos. Bicicletas, coches y sobre todo motos de tamaño natural que retrotraen a épocas pasadas o bien sorprenden por su realismo. De hecho, su último gran reto es una gran motocicleta en hierro que incluso funciona.
Entre su oferta se puede encontrar cancelas, puertas, balcones, rejas,
mecanismos, esculturas, mobiliario artístico, escenas medievales, conjuntos para jardín, cristales tallados, instrumentos de iluminación, carpintería creativa, proyectos urbanos,…
Hoy podemos disfrutar de un arte distinto, de gran calidad, en continuo cambio y crecimiento. Vitor Vaz, que ya es conocido como ‘El escultor del hierro’, participa de proyectos como el de Autónomos de Frontera de CNAC, y lleva décadas de trabajo destacando por su creatividad, por su sensibilidad y por su valía artística.
www.Artefrontera.com – viartess@gmx.es – +34 613 709 667
Unión de Autónomos del Comercio CNAC.